El Real Madrid de Ettore Messina comienza a carburar. Ha derrotado al actual campeón de la Euroliga, el Panathinaikos de Obradovic por 80-70.
Las claves de la victoria: la defensa y el equipo en su conjunto. No se puede destacar a ningún jugador madridista por encima del resto. Todos han dado el máximo, han luchado hasta el final por cada balón y han ahogado el ataque griego. Han sido auténticos gladiadores.
El partido comenzó trabado, con el Panathinaikos fuerte en defensa (especialmente sobre Lavrinovic) y muy bien en el triple. Por su parte los madridistas fallaban en el tiro exterior de forma continua, lo que no ayudaba a que el juego de ataque fuera fluido. Al final del primer cuarto 12-21.
El punto de inflexión llegó al comienzo del segundo cuarto con la entrada en pista de Llull y Vidal: aumentó la intensidad defensiva del equipo blanco y ya no la redujo en todo el partido. Se produjeron continuos robos de balón y se dominó el rebote, tanto en defensa como en ataque. Resultado: parcial de 20-0 culminado con dos triples, uno de Garbajosa y otro de Sergio Llull. Con 34-28 se llegó al meridiano del partido.
Durante el tercer cuarto el equipo blanco siguió defendiendo muy bien, agresivo, cortando las líneas de pase, robando balones,... y por fin con acierto en el triple: cinco canastas desde la línea de tres en este período.
Con 59-51 se entra en el último cuarto, con una tónica similar: fuerte defensa, rápidos contraataques y canastas fáciles. Finalmente victoria madridista por diez puntos.
Auténtico partidazo entre dos de los favoritos a jugar la Final Four.
Las claves de la victoria: la defensa y el equipo en su conjunto. No se puede destacar a ningún jugador madridista por encima del resto. Todos han dado el máximo, han luchado hasta el final por cada balón y han ahogado el ataque griego. Han sido auténticos gladiadores.
El partido comenzó trabado, con el Panathinaikos fuerte en defensa (especialmente sobre Lavrinovic) y muy bien en el triple. Por su parte los madridistas fallaban en el tiro exterior de forma continua, lo que no ayudaba a que el juego de ataque fuera fluido. Al final del primer cuarto 12-21.
El punto de inflexión llegó al comienzo del segundo cuarto con la entrada en pista de Llull y Vidal: aumentó la intensidad defensiva del equipo blanco y ya no la redujo en todo el partido. Se produjeron continuos robos de balón y se dominó el rebote, tanto en defensa como en ataque. Resultado: parcial de 20-0 culminado con dos triples, uno de Garbajosa y otro de Sergio Llull. Con 34-28 se llegó al meridiano del partido.
Durante el tercer cuarto el equipo blanco siguió defendiendo muy bien, agresivo, cortando las líneas de pase, robando balones,... y por fin con acierto en el triple: cinco canastas desde la línea de tres en este período.
Con 59-51 se entra en el último cuarto, con una tónica similar: fuerte defensa, rápidos contraataques y canastas fáciles. Finalmente victoria madridista por diez puntos.
Auténtico partidazo entre dos de los favoritos a jugar la Final Four.
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