lunes, 20 de julio de 2009

MotoGP: polémicas, opiniones y apuestas

Aprovechando la polémica que se ha creado en Italia por las declaraciones de Valentino Rossi en La Gazzetta dello Sport sobre Jorge Lorenzo, me permito dar mi opinión y mi apuesta de futuro.

Tal como dice Valentino, Lorenzo "tiene un talento de la virgen", pero le puede el exceso de ambición y, no sé si llamarlo así, el egocentrismo.

Recuerdo que allá por el 2005, Dani Pedrosa era el vigente campeón del mundo de 250cc y el ídolo del motociclismo español. Jorge Lorenzo llegó a la categoría y pronto se produjeron los primeros encontronazos con el entorno de Dani. Parecía que Jorge tenía envidia de los triunfos de Pedrosa y se obsesionó con intentar ser el piloto más joven en conseguir una victoria en una carrera de 250, superando al propio Pedrosa. No lo consiguió. La relación entre ellos se enfrió bastante llegando a no dirigirse la palabra. Dani se proclamó nuevamente campeón del mundo y al año siguiente pasó a MotoGP, permitiendo que Jorge se relajase un poco, madurase, y ganase los dos siguientes campeonatos del mundo.

Pero en 2008, también Jorge subió a MotoGP, al equipo Yamaha de Valentino. La tensión con Dani volvió a producirse, en la lucha continua de Jorge por hacerse un hueco entre los aficionados españoles. Las continuas caídas y lesiones de Pedrosa han hecho que sus resultados no sean buenos, y ésto ha permitido que Jorge olvide de cara a la galería su mal rollo con Dani.

Ahora el problema de Lorenzo se llama Valentino Rossi. Le quiere ganar e insinúa supuestos favores de la marca nipona hacia el campeón italiano. Pero resulta que Rossi no es Pedrosa: no permite que nadie le revolucione el gallinero, y le está dejando las cosas claras a Lorenzo, primero en la pista y ahora en los periódicos.
¿Cuál es mi apuesta?

Ahora que Dani está prácticamente descartado para el título y que parece que Jorge se lo va a jugar con Valentino, yo digo que el próximo campeón del mundo de MotoGP de nacionalidad española será Dani Pedrosa.

Es mi opción. Es mi gladiador.

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